Como bien sabes, nuestra taquería mexicana ubicada en Nigrán es un precioso local ubicado frente a la Playa de Patos. Luces, cactus, barra de madera y una pintura original de Quetzálcoatl adornan el Chac Mool. Pero, ¿Son así las taquerías mexicanas? Evidentemente, no todas. El taco es el plato más auténtico de la cocina de nuestro país, por lo que se pueden encontrar en cualquier lugar de México.
Las taquerías en México.
El amplio abanico de ofertas para comer tacos, a cualquier hora, es casi imposible de enumerar. Por lo que, para hacer un recuento general, comenzaremos desde que sale el sol y hasta muy entrada la madrugada. El taquero, quién es la persona que prepara tacos, no es necesariamente un cocinero, pero quiénes preparan los rellenos sí que son artistas en la cocina mexicana, bien porque la aprendieron de generación en generación, o bien porque son profesionales.
La vida en los mercados empieza muy de madrugada. Acompañados de un buen café de olla, endulzado con piloncillo, podemos empezar con tacos de canasta, también conocidos en el norte de México como tacos al vapor. Por lo general, son con tortilla pequeña. ¿Hasta qué hora se venden? Hasta que se acaban o hasta que la hora de comer se ha llevado la clientela a algo más de plato.
A media mañana hay taquerías de guisados, en tortillas de maíz o de harina. Muchas de las taquerías son pequeños triciclos, carritos de tacos o puestos pequeños en los que las señoras preparan las tortillas al momento y los rellenos huelen que alimentan. Los rellenos ya van siendo de huevos, guisados más elaborados y empieza a asomar las carnes a la parrilla. Para beber, en estas taquería suele haber refrescos de sabores, como los tradicionales Jarritos, o aguas frescas hechas de frutas naturales.
En el brunch también hay hueco para los tacos. Los pequeños restaurantes que sirven desayunos, se empiezan a preparar para servir las comidas corridas, lo que aquí se llama Menú del Día. Y ahí también tenemos algunas taquerías que venden su pack de 5 tacos y refresco, como comida.
Por las tardes-noches resurgen los tacos que más se disfrutan. Ese puesto de tacos que, con su trompo, sirven tacos al pastor, de bistec o unas gringas que hacen que huela en todo el barrio. Por lo general, no se venden alcohol en las taquerías de calle, aunque es habitual encontrarlas cerca de algún «depósito» o tienda en la que vendan cerveza fría.
Más noche, de madrugada, siguen los puestos de tacos para la gente que sale de fiesta, en las zonas de ocio de las ciudades. Siempre con su olor inconfundible, pequeñas y humildes o majestuosas y con todas las comodidades, pero una taquería no puede faltar en México.